VER CON LOS OÍDOS Y OÍR CON LOS OJOS
La forma se ve. La palabra se oye. La verdad se entiende.
La poesía se sobreentiende. Diversos modos de sentir y de padecer.
(José Bergamín)
De oír con los ojos y ver con los oídos es de lo que se trata...
Estas metáforas para los ojos, tienen a bien acercarnos a una poética visual, que atina a ser vista como logradas abstracciones, porque lo más abstracto es lo más concreto.
(Pisco Lira)
La docta cigüeña,
tan algebraica,
sacándole a la tarde
la raíz cuadrada.
Grazna el cuervo:
“Nunca más”, te dice,
y te lo repite.
¡Qué música tan fina!
En el pentagrama eléctrico,
las golondrinas.
Que nadie la oiga,
a la alondra
¡qué le importa!
El águila, alta y sola,
atada de un hilo
a su anillo de sombra.
Amarilla voz,
con la que a sus parientes
llama el ruiseñor
Negro de brillantina,
amarillo el pico,
los huevos turquesa,
¿lo sabe el mirlo?
Sabia la lechuza:
lo que sabe Minerva
es lo que duda.
De puntillas el jilguero,
tenor de estreno:
boina roja,
chaleco negro.
Como el ave de paso,
no deja huella,
pero el camino
en el aire queda
Ven a jugar, ¡ea!:
el gorrión
no tiene escuela
Trajín de vencejos:
¡urgencias
tiene el cielo
Monjas tempraneras,
alzan sus tocas
blancas y negras.
(Adivinanza)
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